A veces cuando todo parece ir de mal
en peor,
cuando todo conspira
y los minutos, horas, días, semanas
y años
parecen haber sido tirados por la borda,
tendido en una roca
en la oscuridad de la noche
mirando hacia Andrómeda, Casiopea,
la cabellera de Berenice o quien coño sabe donde,
afirmo lo que muchos considerarán un
detestable pensamiento:
aún es agradable ser quien soy.
1 comentario:
Ni que lo digas.
Publicar un comentario