viernes, 4 de mayo de 2012

Lluvia


Sentado en el bar con un libro entre las manos
me quedo mirando a dos chicas con faldas que atraviesan corriendo la calle bajo un paraguas.
Van riendo
felices de pisar los charcos y mojarse las piernas.

Llueve ¿pero a quien coño le importa?.

Torno la cabeza al libro
y leo a Gil de Biedma
para enjuagarme la cabeza con palabras tristes.