jueves, 4 de diciembre de 2008

Ciudad

Miles de pequeñas
ventanas brillantes
se dibujan
a lo largo del infinito
como luciérnagas
en una noche de verano,
escondiendo las vidas
de miles de personas dentro,
todas tan iguales
y
a la vez tan distintas.

Así es la ciudad.
Tan feliz como
un niño en el parque,
tan triste como
un cementerio
de poemas.

1 comentario:

Mónica dijo...

Muy bien, no se, aveces cuando leo tus poemas, es como si escuchase la voz de mi misma."es cierto, todos, un tumulto, que viven a prisa sus vidas, a veces sin apenas percatarse de lo que a su alrededor discurren, todos ellos, todos nosotros, una multitud de almas tan diferentes e iguales.