miércoles, 18 de marzo de 2009

Al otro lado del puente

Cuando te suban los nervios y grites
que te quieres morir,
tapa tus ojos con las manos
y piensa.
Piensa en el enano que juega al fútbol en el jardin.
Piensa que los problemas podemos convertirlos en polvo en el aire.
Piensa que tenemos algo pendiente.
Cuando te suban los nervios y grites
que te quieres morir no te perturbes tanto,
muerete y ya.
A ver si tienes huevos.

2 comentarios:

Felipe Marín Álvarez dijo...

¿Sabes que por tu culpa a veces me parezco a la tia más buena de la clase?

A esa que le gustaban tantos los más cabroncetes...

José Manuel Martínez Limia dijo...

Algunas veces (sólo algunas veces) son tan buenos los comentarios de Aureliano como los poemas.
Ese espíritu de buscona que nos puede por momentos.