domingo, 22 de marzo de 2009

Inacabado

La naturaleza del ser humano está en un estado de permanente desarrollo y
evolución, que va definiendo cada vez con mayor nitidez
los límites de su absoluta y fundamental
estupidez.

2 comentarios:

José Manuel Martínez Limia dijo...

No sé por qué veo aquí un guiño (pero lo diré bajito no sea que los tolerantes hayan dejado la medicación y vengan a vapulearte).

Pelayo dijo...

Sabía que lo entenderías