Camino por la calle igual que un grupo de turistas sin guía.
Soy la sombra.
El frio.
Un Forty-niners muy lejos de California.
La rutina me acuna
con su lengua de trapo.
Y un cortocircuito en mi cabeza
me enloquece
mientras la gente
sonrie al pasar
nadie sabe
que estoy a punto
de hacerme inmolar
y explotar a todos
por los aires
por una causa personal e intransferible.
Tranquilo, me digo.
Me relaja saber
que hay traficantes de tristeza
en todas las esquinas.
Compro un gramo.
Hoy abriré solo la boca para bostezar.
2 comentarios:
No me gusta que se haga apología de la droga si usted la toma, allá usted.
Apologia de la droga?? no entiendo en que sentido hago apología al consumo de drogas. Creo que no ha entendido el sentido del escrito. Y no voy a malgastar mucho tiempo en explicaciones, porque dudo que consiguiera hacérselo entender.
Un saludo
Publicar un comentario