martes, 8 de marzo de 2011

Tráfico 7:58 am

Fuera

el ruido de los coches

es una jaula

una trompeta que quiebra la mañana

provocando punzadas en mis oídos

mientras dos viejas

encorvadas

cruzan el paso de peatón

con sus vidas atadas

a los tobillos.

Absorto en mí,

pienso

que el hombre del tiempo

llevaba razón

y

el día ha nacido hoy

plateado

con polvo en el viento

y los niños pisan los charcos

de la calle principal

en dirección al colegio.

Absorto en mí,

pienso

en la condición humana

en el valor de las cosas

en el valor de los sentimientos.

Todo se relaciona.

Todo interactúa

en mi cerebro

hasta confirmar

lo más detestable

que un ser humano puede

confirmar:

el amor es una alcantarilla

donde tiramos los sueños.


Dejando a un lado

el terrorífico tráfico

de un lunes lluvioso

de invierno

solo

vuelvo a ser normal

cuando

el tipo del coche de atrás

toca el claxon

y se caga en mis muertos.


Absorto en mí,

pienso

que

el semáforo

y

la vida

hace tiempo

que

cambiaron de color.


2 comentarios:

Felipe Marín Álvarez dijo...

Las mejores poesias son las más desgarradas y el mejor escritor es el que peores cartas juega.

Me gusta leerte y sé que es una putada lo que pienso: que cuanto más jodido estás mejor escribes. Así es la vida. No me dejes nunca.

Anónimo dijo...

Muy bueno. Me siento identificada en esos momentos en los que la espera del semáforo hace volar nuestra imaginación.