Fuera
el ruido de los coches
es una jaula
una trompeta que quiebra la mañana
provocando punzadas en mis oídos
mientras dos viejas
encorvadas
cruzan el paso de peatón
con sus vidas atadas
a los tobillos.
Absorto en mí,
pienso
que el hombre del tiempo
llevaba razón
y
el día ha nacido hoy
plateado
con polvo en el viento
y los niños pisan los charcos
de la calle principal
en dirección al colegio.
Absorto en mí,
pienso
en la condición humana
en el valor de las cosas
en el valor de los sentimientos.
Todo se relaciona.
Todo interactúa
en mi cerebro
hasta confirmar
lo más detestable
que un ser humano puede
confirmar:
el amor es una alcantarilla
donde tiramos los sueños.
Dejando a un lado
el terrorífico tráfico
de un lunes lluvioso
de invierno
solo
vuelvo a ser normal
cuando
el tipo del coche de atrás
toca el claxon
y se caga en mis muertos.
Absorto en mí,
pienso
que
el semáforo
y
la vida
hace tiempo
que
cambiaron de color.
2 comentarios:
Las mejores poesias son las más desgarradas y el mejor escritor es el que peores cartas juega.
Me gusta leerte y sé que es una putada lo que pienso: que cuanto más jodido estás mejor escribes. Así es la vida. No me dejes nunca.
Muy bueno. Me siento identificada en esos momentos en los que la espera del semáforo hace volar nuestra imaginación.
Publicar un comentario