jueves, 2 de abril de 2009

01:53 a.m.

Y ella terminó la discusión aplastando la cabeza del
cigarrillo sobre el cenicero y
escupiendome a la cara las
palabras de Celaya:
"Y al fin reina el silencio.
Pues siempre, aún sin quererlo,
guardamos un secreto."

Y nunca la poesia me dolió tanto.

1 comentario:

José Manuel Martínez Limia dijo...

Bueno. Muy bueno. No había visto nunca esto. Quizás has superado a Borges. No sólo todo está ya escrito, sino que está hasta exactamente repetido.