lunes, 25 de mayo de 2009

La edad de la inocencia

Dice que es astronauta.
Que tiene una importante misión espacial
en Marte. Es por eso que lleva a cuestas un cubo
de plástico lleno de pistolas de flechas
y bombas de pelotas de papel.
Dice que es una misión demasiado peligrosa.
Que en el desconocido planeta al que va
hay un perro guardian con tres cabezas.
- ¿ Se llama Cerbero? - le pregunto.
- No papá. Se llama el perro de tres cabezas.
Lo abrazo y le pido que tenga cuidado.
- Yo soy el bueno papá. No puede pasarme nada - responde
corriendo hacía su habitación.
Normal.
Cuando uno se inventa una historia siempre es el bueno.
La muerte, como dijo Raúl González Tuñón,
es el último pais que el niño inventa.

1 comentario:

Mónica dijo...

bonita edad, aveces la hecho de menos, otras sin embargo permanezco en ella, imagino ser el capitan de un navio, imagino imagino imagino que aun mi madre me refugia en su regazo y me canta esa dulce nana.

Un beso