jueves, 5 de mayo de 2011

Confesión a mis vecinos

De pequeño yo era el que robaba
todas las revistas Playboy
de la única papelería del pueblo.

Ya está. Ya lo he dicho.

4 comentarios:

Vivianne dijo...

Cuidado que ahora de grande te reconocerán!!!

Cornelia dijo...

Sigues con esa costumbre o se te quedó en aquella época??

Pelayo dijo...

Ahora soy mayor y me da demasiado pudor que me pillen robando en una tienda. Desde hace años estoy suscrito a la edición y la recibo mensualmente en casa vía correos.
Es más fácil y menos arriesgado. Pero reconozco que cuando la veo en un kiosco a tiro de piedra casi siempre se me pasa por la cabeza volver a robarla... sufriré algún grado de cleptomanía??

Cornelia dijo...

Es el gusanillo de lo prohibido... qué bueno que aún lo conserves!!