jueves, 7 de octubre de 2010

Algún amigo se preguntará que coño he estado haciendo durante todo este tiempo.
Leyendo a Benedetti, el amor, las mujeres y la vida.
Es la única excusa creible.

3 comentarios:

Felipe Marín Álvarez dijo...

Ahora que casi me ando muriendo de la escritura, y que ni leo ni hago nada como debiera.

Ahora que andaba huérfano de ti, me alegro por que todo no estaba perdido; has vuelto.

Y mientras ando por la calle, para que los putos perros “paseen”, en el móvil leo tu literatura callejera. Aun queda algo: la Esperanza; aquella fulana vestida de verde.

Un abrazo compañero, no vuelvas a dejarme.

José Manuel Martínez Limia dijo...

Eres el culpable de que haya leído esto siete días tarde. Ya había perdido la costumbre diaria de visitarte.

¿Sabes lo que son 7 días?. Dicen que un tal Dios creó el Mundo en ese plazo, aunque hay quien ironiza con que así le salió el invento; sobre todo el hombre, que dejó para el último día. Tú eres un ejemplo.

Pero sea como fuere lo que sí está bien es que antes, al principio, ya era/n la/s palabra/s. Tú también eres un ejemplo.

Saludos.

Pelayo dijo...

Amigos sois. Compañeros de viajes. Que decir que no sea más sincero que os quiero.
Un abrazo Aureliano, un abrazo José Manuel. Vosotros soís mis ejemplos.