lunes, 25 de octubre de 2010

Todos los locos me hablan

No había sido un buen día. Subí al vagon del metro y me senté frente a un tipo gordo y calvo. Tenía pinta de devorar chocolatinas viendo películas porno. El tipo simplemente estaba allí sentado y balbuceaba algo entre sus labios.
- Esta bien tio. ¡No me gusta tu cara! - gritó de repente -. Acabas de entrar en mi lista, cabrón. Te acabas de convertir en el primero de mi lista. ¡Te voy a romper el culo a patadas! ¿me oyes? te estoy hablando a ti pedazo de mierda .- Aquello era demasiado para mi. Sorprendido, deje caer al suelo el periódico y me puse en pie. - ¡Esta bien! - le dije - gilipollas te recojo el reto ¡a ostias te voy a romper esa bocaza! ¿quieres aqui dentro o esperamos a salir fuera? -. Miré al tipo. Continuaba hablando con la mirada fija en el techo del vagón, de forma demente -. Te lo digo a ti Jesucristo... estas el primero en mi lista ¡te voy a romper el culo! - volvió a gritar.
Dios santo, pensé, ¡he caido como un imbecil!.
La ciudad esta llena de locos. Y yo les presto demasiada atencion.

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