martes, 22 de julio de 2008

8:02 p.m

La miro tumbado desde la cama.
Tiene el pelo suelto, y es solo un camisón transparente lo que cubre su cuerpo.
El mismo cuerpo que tantas noches me ha acompañado.
El mismo cuerpo que tantas noches se ha hospedado dentro de mi carne,
dentro de mis sueños.
Recuerdo como llegó a mi vida escondida bajo el viento,
libre,
liviana compañera,
inventándonos una vida juntos entre la novedad y la rutina.
La miro tumbado desde la cama.
Comienza a regar las flores que resisten a este frio invierno en el balcón,
mientras el reloj marca las 8:02 p.m
y una niebla flotadora se esparce por las calles del pueblo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sencillamente personal.Me ha encantado. Me gustaria saber quien se esconde detrás de estas palabras