miércoles, 9 de julio de 2008

Cruzó el perro la calle

Cruzó el perro la calle.

Era el perrillo aquel de las migajas,

El que espera debajo de la mesa,

El que no tiene nombre

Y al que si se extravía

no lo reclama nadie.

Y era el único ser

en tarde de domingo.

Allá enfrente la ausencia

De ese árbol que daba su verdor

En un sitio imposible.

Y el perro por la acera

Seguro y solitario.

¿A dónde iría hoy

en esta hora muerta

sin coches ni autobuses,

con un pasito breve,

voluntarioso, firme?

Una mano invisible

Le alisa la pelambre.


Ernestina de Champourcin

No hay comentarios: