jueves, 16 de octubre de 2008

Hace años que bajé del ring

Cuando quieras llorar

aquí estará mi hombro.

Cuando quieras besar

aquí estará mi boca.

Cuando tengas frío

aquí estará mi cuerpo.

Cuando tengas miedo

aquí estarán mis brazos.

Cuando tengas sed

aquí estará mi sangre.

Cuando no tengas

fuerzas,

aquí estarán mis huesos.

Cuando quieras ver amor

aquí estarán mis ojos.

Cuando estés perdida,

yo estaré a tu lado.

Cuando quieras

algo,

lo que sea,

sabes que aquí estaré.

Nada

es

todo,

porque haré lo imposible

por dártelo.

Pero cuando quieras

peleas,

lágrimas,

gritos

y

dolores de cabeza,

no cuentes conmigo nena.

Cuando quieras eso,

ahí tienes la puerta.

2 comentarios:

José Manuel Martínez Limia dijo...

Cuando quieras un lector tendrás mis dos ojos, mis gafas de cerca y unas cuantas neuronas. Siempre.

Anónimo dijo...

... Y dos no se pelan si uno no quiere.