martes, 14 de octubre de 2008

La luna me lo contó

Había terminado con toda la comida de su plato.
Paseó las manos por su abultada barriga
como si se tratase de una embarazada y
abrió la boca para soltar un eructo parecido
al croar de una rana de 110 kilos.
Cogió su pitillera, sacó un cigarrillo y
bendijo a su mujer por aquella maravillosa cena.
Salió al porche, encendió el cigarrillo y
aparecieron sus dos perros labradores,
los cuales comenzaron a ladrarle y a correr alrededor suya,
colgando de cada uno una enorme lengua roja.
Estaban contentos de ver a su amo.

Había sido un buen día y era una buena noche.
Cogió su bastón de paseo y comenzó a caminar bajo
la única luz que proporcionaba una luna que le observaba
desde lo más alto del cielo.
Hacía un año que vivía junto con su esposa en aquella finca
en mitad de la sierra, aislados y alejados del mundanal
ruido de la ciudad y la vida urbana.

Caminaba sobre un suelo tapizado por un enorme
manto de hierba verde, deteniéndose a veces solo
para cerrar los ojos,
dar una calada al cigarro y
respirar el olor de aquel paisaje.
En aquel momento se sintió el hombre más feliz del mundo.
Siguió caminando hasta llegar a la cuadra
de su amado caballo llamado "fandango".
Tiró el cigarrillo al suelo y lo pisó con el pie izquierdo.
Paseó su mano por todo el pelaje del animal.
Primero acarició la cabeza,
después el ancho y robusto lomo
y acabó trenzando los pelos de la cola entre sus dedos.
De pronto el caballo propinó una coz que dió en su cara,
cayendo al suelo muerto.
Quedó tendido rodeado por un gran charco de sangre,
mientras la luna le seguía observando desde lo alto del cielo y
el silencio de la noche era roto por los ladridos de uno de los perros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un final muy triste y, sobre todo, inesperado. Ha sido un visto y no visto.

José Manuel Martínez Limia dijo...

Este era el colega que se llamaba Pedro ¿no?, Pedro Navaja.

Pelayo dijo...

Si amigos, es triste, pero la vida a veces es triste.
"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... ay dios" era el estribillo de Pedro Navaja no?